
Ni al tiempo, ni a las
fiestas. Ya que tod@s sabemos que el segundo mes del año nos trae
una celebración ampliamente difundida a nivel mundial que, aunque
con innumerables variantes territoriales, es sinónimo de alegría y
tradición: El Carnaval.
El Carnaval tiene su
origen en el mundo clásico grecorromano, en las fiestas de
saturnalia, en honor al dios Saturno, o en las bacanales, en
honor al dios Baco. En ellas se da rienda suelta al exceso y al
desenfreno en los placeres carnales, la gula y la lujuria.
Existe
una pequeña ciudad al sur de España, tan al sur que casi se besa
con África, en la que la celebración del carnaval (con orígenes en
el S. XVI) tiene todo lo anteriormente descrito, pero también
dispone de una faceta esencial que lo hace diferente: la crítica. Un
deseo por parte del pueblo gaditano de expresar sus pesares y las
injusticias que le rodean.
CARNAVAL DE CÁDIZ EN
LOS TIEMPOS DE CENSURA

Tanto en la guerra como
en la inmediata postguerra no se tiene constancia de celebraciones
carnavalescas oficiales, pues ni se permitía salir a la calle
enmascarado, ni cantar contra el régimen, ni quejarse públicamente,
ni las letras picantonas. En resumen, el carnaval representaba todo
lo opuesto a los valores tradicionales y de sumisión que Franco
aplicaba en todo el país. Pero una desgracia cayó sobre Cádiz en
el año 1947 que hizo que la ciudad entera cayera en la tristeza y
desanimo, nos referimos a la
explosión del polvorín de San Severiano.
Ante esta situación, el
Gobernador Civil de Cádiz Carlos María Rodríguez de Valcárcel,
decidió darle al pueblo una alegría colectiva consiguiendo que
después de años de silencio, se volvieran a celebrar unos
carnavales, eso sí, completa y exhaustivamente censurados hasta el
punto de que esta celebración fue denominada “Fiestas Típicas
Gaditanas”.
Desde entonces, el
carnaval ha ido sufriendo numerosas modificaciones y ha ido ganando
en libertades conforme en España la etapa de Franco se iba
disolviendo y la democracia se hacía más fuerte y afianzada. A
continuación os dejamos un pasodoble de la comparsa “La Guayabera”
dedica a todas esas personas que con su esfuerzo consiguieron dejar
atrás los peligros de la censura y conseguir con su dedicación
poder manifestarse libremente.
CARNAVALES EN
DEMOCRACIA

Con el afán de expresar
los problemas de la sociedad española, desde Cádiz se hacían
coplillas a todo aquello que ha de ser cambiado o erradicado, y en
esa línea, a continuación os dejo un pasodoble que ha traspasado
las fronteras nacionales. Se trata de un amargo canto de protesta
contra la violencia ejercida contra la mujer, una lacra contra la que
hoy en día se sigue luchando. Pero como no podía ser de otra
manera, los gaditanos dan una vuelta de tuerca, y cuentan una triste
historia desde otro punto de vista completamente inédito: la mujer
que harta de las vejaciones decide entregarse a las autoridades tras
matar a su marido maltratador.
FICHA TÉCNICA DE LA ENTRADA: No procede.
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