En el estado sureño de Luisiana, eternamente acompañada por las aguas del río Mississippi, se encuentra Nueva Orleans, una de las urbes más peculiares de Estados Unidos, si no la más particular. Aunque la historia reciente nos evoca a la terrible catástrofe provocada por el huracán Katrina, esta ciudad es mucho más que eso. Es historia, cultura y mestizaje.
Cuando se pasea por el corazón de esta ciudad colonial casi se puede palpar el fruto de la mezcla resultante entre los orígenes franceses, la posterior época española y los primeros afroamericanos libres instalados allí. Todo ello ha contribuido que los habitantes de esta ciudad tengan un carácter único impropio de la cultura estadounidense, ya que esta gente tiene una forma de ver la vida mucho más libertina que la media del país, tienen una característica gastronomía criolla y aún hoy día la superstición, el vudú y la magia negra tienen un gran protagonismo debido a la importante colonia de esclavos de diversa procedencia que allí vino a asentarse. Incluso el Mardi Gras, el carnaval más famoso de todo el país tiene origen francés. Es una fiesta llena de música y color que supone un grandísimo reclamo turístico para la ciudad, ya que miles de personas se desplazan anualmente para disfrutar de ese ambiente único.
En esta entrada os hablaremos de la canción más famosa de todo Nueva Orleans, casi tan antigua como la propia ciudad que gracias a la cultura popular ha ido pasando de boca en boca a lo largo de numerosas generaciones entre sus habitantes, tanto que es casi un himno.
Cuando se pasea por el corazón de esta ciudad colonial casi se puede palpar el fruto de la mezcla resultante entre los orígenes franceses, la posterior época española y los primeros afroamericanos libres instalados allí. Todo ello ha contribuido que los habitantes de esta ciudad tengan un carácter único impropio de la cultura estadounidense, ya que esta gente tiene una forma de ver la vida mucho más libertina que la media del país, tienen una característica gastronomía criolla y aún hoy día la superstición, el vudú y la magia negra tienen un gran protagonismo debido a la importante colonia de esclavos de diversa procedencia que allí vino a asentarse. Incluso el Mardi Gras, el carnaval más famoso de todo el país tiene origen francés. Es una fiesta llena de música y color que supone un grandísimo reclamo turístico para la ciudad, ya que miles de personas se desplazan anualmente para disfrutar de ese ambiente único.
En esta entrada os hablaremos de la canción más famosa de todo Nueva Orleans, casi tan antigua como la propia ciudad que gracias a la cultura popular ha ido pasando de boca en boca a lo largo de numerosas generaciones entre sus habitantes, tanto que es casi un himno.
HOUSE OF THE RISING SUN
Bucear
en la historia en busca de los orígenes de esta canción no nos
arroja la suficiente luz, pues hay que afirma que se trata de una
antigua canción inglesa que los soldados llevaron en su etapa
colonial, pero también hay quien se agarra a que se trata de un
blues hecho por esclavos negros. Pero el misterio no queda ahí,
porque según se interprete la propia letra, el significado de esta
canción es diferente. Las letras nos narran la historia de alguien
(hombre o mujer) que económica o moralmente ha arruinado su vida al
entrar en un local llamado “La Casa del Sol Naciente”. Si
consideramos que es la historia de un hombre desgraciado, todo indica
que este nefasto lugar es un salón de juego donde el protagonista
bebe y derrocha el dinero de manera fatal. Pero si por el contrario
es la historia de una mujer, esta casa no es otra cosa que un
prostíbulo donde ella ha vendido su cuerpo de manera denigrante. Sea
cual fuere la interpretación correcta, en la sociedad estadounidense
la expresión de ir a “La Casa del Sol Naciente” es un eufemismo
de ir a un prostíbulo.
Así
pues, dejando de un lado estas ambigüedades, os traemos la primera
grabación de esta canción de la cual se tiene registro. Se trata de
los cantantes Clarence Ashley y Gwen Foster quienes la habían
aprendido gracias a la transmisión oral.
THE ANIMALS
He
aquí, que cruzando el charco y atracando en la británica ciudad de
Newcastle, ese blues nacido en Nueva Orleans entraría en la vida de
cinco chavales de esta localidad, aunque ellos aún no lo sabían.
Se
trataba de unos amigos que profesaban culto al folk y blues
norteamericano que formaron un grupo semiprofesional llamado “The
Kansas City Five” en el cual el objetivo principal era el de
interpretar sus canciones favoritas más como hobby o sobresueldo que
como una forma de ganarse la vida. Y como ya se sabe, en cualquier
territorio de la Gran Bretaña no hay mejor lanzadera comercial que
ir a tocar a los pubs, esos locales donde la cerveza y la música
forman un matrimonio indisoluble.
De forma gradual, los directos de estos músicos pasaron a tener
cierta fama por su notable calidad musical lo que hizo que uno de sus
miembros, Alan Price, decidiera abandonar la formación inicial pues
consideraba que ya era hora de pasar del amateurismo al nivel de
músicos profesionales. Gracias a ello consiguió abrir los ojos a
sus ex compañeros, provocando que casi todos los integrantes del
grupo inicial se le unieran para en 1963 formar “The Animals”.
Enamorados
como estaban de la música tradicional norteamericana, no tardaron en
conocer esa triste historia de un local llamado “La Casa del Sol
Naciente”, y el flechazo fue inmediato. Decidieron lanzarla al
mercado no sin antes suavizar la letra (el puritanismo de la época
mandaba) y haciéndole unos arreglos musicales que consiguieron
elevar esta antigua canción a un nivel musical superior. De esta
manera, el nuevo protagonismo de la guitarra en la partitura, el
vibrante sonido psicodélico producido por el órgano y la tétrica
voz del cantante consiguieron crear una sensación de melodrama que
los catapultaría a la más absoluta fama.
Aunque
ni fueron los primeros, ni los únicos que han versionado este tema,
son claramente los que han cosechado más éxito con ella, por
delante de las versiones de grandes músicos como Jimi Hendrix, Bob
Dylan, Joan Baez, Bon Jovi, Scorpions…de hecho se tiene registro de
unas 400 versiones de esta antigua canción, algo nada despreciable.
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Título: House Of The Rising Sun.
- Album: Single homónimo.
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Año de publicación: 1964.
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Partitura: Click aquí.
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