domingo, 22 de mayo de 2016

TANGERINES (MANDARINAS), de Niaz Diasamidze


Entremezclada a lo largo de las mayores cumbres de la cordillera del Cáucaso se encuentra Georgia, y dentro de ella como si de nidos de aves rapaces se tratara, tenemos la región montañosa de Abjasia. Una recóndita parte de ese país en la que parece que el tiempo se ha detenido debido a lo alejado del resto de la civilización. De esa manera, la crudeza del entorno y los terribles y largos inviernos han dado lugar a una población excepcional que está acostumbrada a luchar por cada bocado de comida para subsistir, cueste lo que cueste.

Forjados ante las adversidades, sus ciudadanos han tenido que lidiar a lo largo de la historia con numerosos enemigos, pues desde tiempos inmemoriales los turcos trataban de saquear estas tierras de alta montaña. Ante ello, la solución adoptada para defenderse de sus agresores fue crear en cada aldea una serie de torres fortificadas en las cuales cada familia y su ganado se escondían evitando así ser masacrados por los enemigos.

Gracias a ello los abjasios se han labrado una gran fama dentro de Georgia, ya que ante las adversidades del ambiente y las agresiones externas han permanecido firmes e inconquistables. Para ellos sus tierras son mucho más que posesiones, son parte de la familia, una reliquia que pasa de generación en generación sin que manos extrañas consigan arrebatárselas.
Conociendo este fuerte carácter, y como no podía ser de otra manera, tras la disolución de la Unión Soviética en 1991 fue precisamente en Abjasia donde comenzó el conflicto armado que buscaba la independencia de Georgia de la gran Rusia y también ajustar cuentas con sus odiados vecinos musulmanes, los chechenos. En este ambiente montañoso y terriblemente hostil se desarrollan los más cruentos combates de esta breve guerra que el cineasta Zaza Urusahdze lleva a la gran pantalla con la película “Mandarinas”.


EL FILM

Nominada al Oscar (primera vez que una película báltica es nominada a los Oscars), a los Golden Globe y ganadora del Satellite Award a mejor película de habla no inglesa y premiada por varios festivales internacionales como el de Heidelberg y Varsovia, tenemos hoy el placer de presentaros hoy en el blog la película "Mandarinas", una coproducción de  Estonia y Georgia dirigida por Zaza Urushadze.

A "Mandarinas" narra la historia de Ivo, un carpintero estonio que vive en la provincia georgiana de Abkhazia. Cuando estalla la guerra, en vez de marcharse como todos sus compatriotas, decide quedarse a cuidar sus tierras junto a su amigo Margus, con quien mantiene un negocio de mandarinas. Tras un cruce de fuego, Ahmed, un mercenario checheno y Niko, un soldado georgiano, terminan heridos y recuperándose en casa de Ivo. Aunque normalmente estarían destinados a matarse, junto a Ivo deberán entender acerca de la tolerancia, la convivencia y el perdón.


Maravillosa, sencilla y conmovedora película que nos muestra que a pesar de las diferencias políticas, culturales, religiosas o étnicas, son mas nuestras similitudes.

De corte similar a "Cartas desde Iwo Jima" de Clint Eastwood; su director Zaza Urushadze, intenta mostrarnos como la falta de valores en la sociedad, como la tolerancia o la solidaridad (entre otros), son en gran medida, los desencadenantes de la mayoría de las guerras que hoy en día se producen en el mundo. En sintonía con lo anteriormente dicho, nos hace llegar a la conclusión (desde mi más modesta opinión), que en toda guerra no hay vencedores, sólo vencidos. Si lo deseáis, podéis acceder a la entrevista completa al su director haciendo click en el siguiente enlace.

SU BANDA SONORA

Quizás, en esta ocasión deberíamos empezar definiendo que es el panduri. De similares características a la guitarra, la bandurria o el ukelele, pero con la exclusividad de que tan sólo tiene tres cuerdas, este instrumento de madera georgiano de sonido melancólico, dotará a la película de una inmensidad difícilmente descriptible. Tan sólo cuatro son las canciones que nos acompañaran durante los ochenta y cuatro minutos que dura el film, pero que maravilla de melodías.
El encargado de crear semejante belleza es Niaz Diasamidze. Nacido en Georgia en 1973, este músico, cantante, compositor y actor y actual lider del grupo de Rock y Folk 33a, os transportará a un mundo sin igual. Disfruten.


 FICHA TÉCNICA DE LA ENTRADA: No procede.

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