domingo, 2 de noviembre de 2014

CORRIDOS Y NARCOCORRIDOS


En la edad media, cuando alguien quería demostrar a la sociedad su poderío, bien sea por pertenecer a la nobleza o por ser adinerado, tenía que hacerlo a través de fiestas. En ellas se hacía gala de suculentos y variados platos al alcance de pocos paladares, ríos de bebidas alcohólicas (vino, hidromiel, cerveza etc.), multitud de criados y esclavos y cómo no, de música. 
 
Los bardos y juglares se encargaban de amenizar estas veladas reproduciendo las canciones populares que todos los presentes conocían. Los temas solían ser de lo más variado, pues se podían tratar temas históricos, de alcoba o fantásticos. Pero había algo que no todos los señores feudales podían conseguir, algo que marcaba la diferencia entre gente poderosa y gente no tan poderosa. Ese algo era el tener canciones propias, hechas por encargo a los bardos, en las que se realzara la figura del organizador del evento. En ellas se informaba a los invitados de los logros bélicos del anfitrión, de su poderío económico o de sus innumerables conquistas amorosas. Si para colmo, esa canción gustaba al vulgo y se reproducía con asiduidad en tabernas y festivales varios, el señor en cuestión pasaría a formar parte de la historia.
Aunque todo esto parezca lejano en el tiempo, hoy en día y en ciertos lugares del mundos se sigue recurriendo a bardos para presumir, ¿lo sabías?.

CORRIDOS

Aunque los corridos se pueden oír en varios países de Latinoamérica, es en Méjico donde tienen su origen y su máxima expresión. Hablemos pues del Corrido Mejicano. Podemos considerarlo como un género musical sin tapujos, pues su origen data del S.XVIII e incluso posee una estructura bien definida en las siguientes partes (aunque hoy en día ha sufrido numerosas alteraciones):
  1. Un saludo y presentación del cantor y prólogo de la historia;
  2. Desarrollo de la anécdota;
  3. Moraleja y despedida
  4. Debe tener 8 sílabas
  5. Debe tener rima

Generalmente acompañados por una guitarra, en sus orígenes fueron usados principalmente como medio de transmisión oral ya que no existían los medios de difusión modernos. El Corrido ha ido evolucionando a lo largo de los años, y al igual que ocurriera en la Edad Media, en ellos se contaban historias de muy diversa índole. Etapas bélicas del país, transmisión de enseñanzas, ensalzar la figura de algún personaje relevante, desamores sufridos o temas religiosos.
Así, a principios del SXX podemos rescatar alguno de los grandes clásicos a continuación:
El primero es el clásico “La Martina”, que aunque acompañado de una alegre musiquilla, versa sobre el asesinato de una adolescente de 16 años por traicionar a su esposo.


El segundo es “Don Baldomero”, un señor que persigue a tiros a un osado que quiso bailar con su hija:

NARCOCORRIDOS

Conscientes del poder del Corrido en la sociedad, los narcotraficantes Mejicanos han visto una gran oportunidad de trascender a la historia como héroes gracias al Corrido.
A través de su música, el narcotraficante quiere hacer ver a la población y autoridades su fortaleza y poderío. Para ello contrata a músicos relevantes del género, que crean narcocorridos en los cuales se canta sobre distintas “virtudes” que el narco de turno posee: dispuestos a enfrentar situaciones de peligro máximo, arriesgar su vida, acabar con sus enemigos, hacer respetar su ley, tener mujeres y lujos materiales (coches, joyas, mansiones), y como no, ser benefactores y protectores del pueblo a lo Robin Hood.
Aunque parezca disparatado, estos narcocorridos no quedan exclusivamente para gloria del patrón que los encarga, sino que se editan y salen al mercado musical, donde gozan de un éxito comercial sin precedentes, sobre todo en las regiones más al norte del país Azteca, en las cuales la presencia del narco es mucho más influyente y notable. Es tal el arraigo que el narcocorrido ha alcanzado, que las propias autoridades han llegado al punto de prohibir la reproducción de los narcocorridos en bares y discotecas.
A continuación os dejo un par de ejemplos de narcocorridos populares.
En este caso, el tema es una colaboración entre los más famosos cantantes de narcocorridos, una especie de colaboración especial entre la élite de este género.


Hace apenas unos meses, las autoridades pudieron capturar a uno de los narcos más importantes de Méjico, “El Chapo Guzmán”, líder del cártel de Sinaloa. Un hombre que según la revista Forbes formaba parte de la lista de las personas más ricas del mundo, con lo cual no sorprende que existan decenas de narcocorridos sobre su persona, pues una forma de blanquear dinero es a través de las ventas de CD´s.


Como dice el refrán, “el que juega con fuego se acaba quemando”. Ser contratado por un narcotraficante para que le hagas narcocorridos es un arma de doble filo. Por un lado tu carrera se puede ver lanzada hacia el éxito, pero por el otro, en el momento que tus composiciones no agraden al patrón o tengas el más mínimo problema con él, puede mandar a un sicario para que acabe con tu vida. Otra posibilidad es que en tus letras hayas escrito que tu patrón es más peligroso y macho que otro narco enemigo, y un día cualquiera te cruzas con gente de ese otro narco y no tengan ningún problema en “mandarte al otro barrio”. De hecho en Méjico se han dado muchos casos de asesinatos de cantantes de narcocorridos de fama nacional.
Podemos comprobar que desde el bardo que canta sobre la habilidad con la espada de un caballero hasta el cantante de narcocorridos que alaba la capacidad de un narco de deshacerse de sus enemigos, el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra.
Como nota curiosa, os dejamos a continuación un narcocorrido realizado por Los Cuates de Sinaloa para uno de los capítulos de la afamada serie norteamericana “Breaking Bad” (para los que no la hayan visto, informaros de que la serie trata sobre el tráfico de metanfetamina fabricada por el protagonista de la serie).

FICHA TÉCNICA DE LA ENTRADA: No procede.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario