domingo, 26 de octubre de 2014

EL MANISERO (The vendor peanut), de Moisés Simons


Aprovechando que se acerca el día de los muertos (más conocido como "Halloween" o "Día de todos los Santos...), me gustaría señalar que en España, como en cualquier otra parte del mundo, es típico cuando alguien va a morir, decir frases como estas: "Ya va a estirar la pata", "ya va a entregar la cuchara",... En Cuba, pasa más de lo mismo, dichos como “colgar los tenis”, “guardar el carro”, “ponerse la piyama de madera” y “cantar El manisero” adornan los momentos previos a la muerte de una persona. Analicemos cada uno de esos dichos. El primero sugiere que el cubano sólo calza zapatos deportivos y, por consiguiente, que la vida es una actividad atlética. El segundo dicho,“guardar el carro”, sugiere que morir es renunciar a conducir o, si el carro somos nosotros --a quienes ni carrocería ni motor nos faltan--, hallar tumba en un garaje particular. El tercer dicho, “ponerse la piyama (pijama) de madera”, convierte el ataúd en una prenda de vestir algo rígida. En cuanto al último dicho, el de "cantar el manisero", ¿qué significa?, en éste nos detendremos más tiempo.

CUBA, 1920


El manisero es, de todos los personajes folclóricos cubanos, el más conocido internacionalmente. Completamente "incorporal"; Sin rostro, sin cuerpo que lo identifique con nombre propio, sin embargo, su estampa con los pantalones remangados, el delantal y los cucuruchos de maní (cacahuetes) en la mano, ha recorrido más de un continente. Exisitían maniseros en todas las localidades de Cuba, había maniseros de todas las razas y edades, pero cada uno tenía su modo peculiar de pregonar lo que vendía.



Cuando en Cuba se nos habla de "cantar El manisero" asociandolo a la muerte hay que entenderlo como la idea de identificar a "La muerte" con un personaje de origen indeterminado o desconocido que recorre una localidad cualesquiera, ofrece algo e insta a paladearlo antes de que sea demasiado tarde. El manisero, como la vida misma, que no es más que música teatralizada, está hecho de tiempo: llega, propone, urge a no desoír su propuesta (pues te obliga a oir aunque no quieras porque se mueve contínuamente), advierte que se va, no cesa de hacerlo, y luego se va yendo entonando sus compases finales, con voz cada vez más débil, hasta que desaparece.

EL PREGÓN, LA MELODÍA, LA CANCIÓN


Moisés Simons
El Manisero es un "pregón" cubano que fue compuesto por Moisés Simons (compositor, pianista y director de orquesta cubano) en 1928, que no tiene precedentes ni estilo musical paralelo en el ámbito de la música popular cubana. "El manisero" se consagró como pregón musical (hasta entonces no estaba reconocido como género musical) en 1930, fijando las pautas del género y animando a numerosos autores a cultivarlo. Está catalogado como es una de las canciones hispanoamericanas más célebres de la historia, hasta tal punto que la canción ha sido documentada de manera exhaustiva por Cristóbal Díaz-Ayala:

 "el pregonero debe conminar a la venta, so pretexto de su retirada: se va y no vuelve. Hay un dejo de nostalgia siempre en el pregón, con ese irse y no volver".

La primera versión musical que se conoce de la canción fue realizada en 1929 por la compañia de discos Columbia Records, y  fue interpretada por Rita Montaner junto a la orquesta Havana Casino Orchestra en Nueva York; aquella orquesta contaba entre sus componentes con músicos de la talla de Julio Cueva o el mismísimo Antonio Machín. Ni que decir tiene que pronto, ese pregón musical se convertitía en todo un éxito mundial, llegando, con el paso del tiempo, incluso a competir con canciones cubanas de la talla de "Guajira Guantanamera". Os dejo ahora con un enlace dónde podréis oir a Rita Montaner cantando la canción (baja calidad) y un posterior vídeo musical con la canción en HQ.


FICHA TÉCNICA DE LA ENTRADA:

- Título: El Manisero (The vendor peanut)
- Autor: Moisés Simons
- Año de publicación: 1928
- Álbum: ----
- Web oficial: ----
- Letra: Click aquí.
- Versiones: Antonio Machin, Louis Amstrong,...
- Partitura: Opción 1, 2, 3 y 4.

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