domingo, 16 de noviembre de 2014

Con todos ustedes... ¡MARVIN GAYE!

Que la vida es muy difícil y compleja lo sabemos todos. Que por mucho que una decisión sea meditada no tenemos garantía alguna de que las cosas nos salgan bien, también lo sabemos. Ante los problemas, dejas atrás a gente de tu entorno que no te aporta nada para introducirte en un nuevo mundo de nuevas personas con las que te sientas más a gusto, pero a la larga todo se vuelve a torcer porque nacen nuevos problemas sin solución a los que tienes que sumar los que habías dejado atrás.
En este punto, la cuestión es que o bien eres la persona más desafortunada del mundo, o bien el problema eres tú, porque sabes que tienes etapas de tu vida en las que no soportas ni tan siquiera mirarte al espejo. Todos los traumas que arrastras desde tu más tierna infancia, esos por los cuales decidiste largarte y que creías que eran agua pasada vuelven, y además se unen a los que te has creado como adulto y te hacen un cóctel molotov que te estalla en las manos.
Pues quizás esa sea la manera de definir la vida del cantante que traemos esta semana al blog.

MARVIN PENTZ GAY JR

Nos trasladamos a la ciudad de Washington D.C y estamos en 1939, cuando la guerra civil acababa en España nacía el pequeño Marvin, en el seno de una familia ultra religiosa. Su padre Marvin Gay Sr era un hombre de fuertes creencias y de estricto comportamiento, no obstante era predicador de la iglesia de la Casa de Dios (donde se mezclan elementos del Pentecostalísmo, Judaísmo Ortodoxo y Cristianismo).
Siendo como era Marvin Jr, de naturaleza rebelde, no tardaron en saltar las chispas entre él y su padre. Además, la manera del progenitor de castigar a su hijo era prácticamente medieval, pues cada vez que había un problema de disciplina, los solucionaba aplicándole flagelaciones y latigazos. La cuestión es que algo tan simple como querer practicar atletismo en el colegio era suficiente para enfrentar a padre e hijo, con el consabido resultado. De hecho, cualquier comportamiento o afición normal de un chiquillo de su edad era motivo de represalias. Se dice que incluso el padre llegó a abusar de él, aunque de esto no hay nada confirmado.
La única manera que el joven Marvin tuvo de tener aficiones y diversión, previa aprobación paterna, fue cantando música Gospel en la iglesia en la que éste predicaba. Aunque ganó premios dentro de este género musical eclesiático, ni esto le gustaba ni soportaba la tensión familiar al convivir con su padre. Todo ello hace que a la edad de 15 años, Marvin decidiera dejar atrás a su familia y se alistara en el ejército. Pero tras fracasar en el intento de ser piloto de aviones, dejó el ejército y se volcó en el mundo de la música formando varios grupos.

MARVIN GAYE

Marvin junto a Tammi Terrell
De grupo en grupo y ya en su etapa adulta, el joven Marvin decide imitar a su ídolo Sam Cooke y cambia su apellido Gay por Gaye, como señal de repudio a su odiado padre. En su periplo inicial conoce a Harvey Fuqua, quien le presenta a su futura mujer, Anna Gordy compositora y empresaria musical. A través de este matrimonio, Marvin pasa de ser un batería secundario a un cantante solista en la discográfica Motown, propiedad del hermano de su mujer, Berry Gordy. Empieza un ascenso meteórico como cantante de soul, pues estaba en el lugar adecuado y tenía una voz dulce que hacía imposible resistirse a sus canciones.
De esta época feliz, tenemos una serie de dúos realizados con la cantante Tammi Terrell, con la que tuvo una grandísima amistad, aunque hay quien dice que esta intensa relación con la cantante provocó que se divorciara de su esposa Anna. Entre las colaboraciones de ambos se encuentra el genial "Ain´t NoMountain High Enough".


Pero de nuevo, la vida le prepara una bofetada a Marvin, después de que Tammi se desmayara en sus brazos durante un concierto, le fue diagnosticado un cáncer en la cabeza. Tras 3 años de lucha, Tammi pierde la batalla contra la enfermedad y en el entierro de ésta, Marvin sufre una crisis psicótica en la que afloran todos los traumas y desequilibrios de su infancia. Había vuelto la herida que se había tapado sin curar.
Apartir de entonces, el cantante entra en una espiral de autodestrucción en la que absolutamente todas las decisiones que toma se vuelven en su contra. Rompe con su discográfica, las autoridades le acusan de evasión de impuestos y se sumerge en una profunda adicción a la cocaína y al éxtasis. Estos problemas con el fisco le hacen irse a vivir a Moere (Bélgica), donde tiene acceso sin restricciones a mujeres y drogas, pues se refugia en una especie de comuna hippie. Cuando parecía haber tocado fondo, durante esas largas jornadas de delirio, en 1982 Marvin sorprende al mundo entero sacando al mercado un nuevo disco el cual es considerado su mayor éxito, Sexual Healing.


Detrás de este éxito comercial, decide volver a su país natal, pero ni se han solucionado sus adicciones ni sus problemas con el fisco. Acuciado por las deudas y con el rumbo completamente perdido, toma la decisión de volver con la persona que lo quiere de manera incondicional, con su madre. Pero de manera inevitable, vivir con ella implica necesariamente volver a cruzarse con ese predicador alcohólico que sigue teniendo los mismos prejucios y que además ha digerido de muy mala manera que su hijo, el que mancilló su propio apellido para renegar de sus orígenes, haya triunfado en la música.

Comienza una etapa de paranoia intensa en la cual Marvin cree que alguien quiere matarlo. Para evitarlo toma una serie de medidas: se compra una pistola, un chaleco antibalas y se autorecluye durante días y días en una habitación en la que consume de manera continuada cocaína y pornografía. Esta situación hace que la relación del cantante con su progenitor se vaya haciendo cada vez más tensa ya que los roces llegan a las manos con cierta frecuencia, pero el pobre Marvin ya no es un chico de 8 años indefenso, tiene 44 años y responde con brutalidad ante su padre, la venganza es un plato que se sirve frío.


En la víspera de su 45 cumpleaños, el padre entra en la habitación de Marvin y como de costumbre, tienen una pelea. A pesar de que se desconoce el motivo (se dice que pudo ser porque un recibo del seguro del coche se había perdido), esta vez es especialmente violenta y en pleno forcejeo, la pistola de Marvin cae al suelo. En ese momento, el predicador de la Casa de Dios apunta a su hijo y le dispara varias veces hasta matarlo.
Aunque el juez declaró que el homicidio se produjo como legítima defensa ante una agresión, Marvin Gay entró durante 6 años en prisión y posteriormente murió de un cáncer de huesos.
Aunque en el momento de su muerte, Marvin Gaye se encontraba completamente arruinado, hoy en día es uno de los músicos que ha generado más beneficios después de su muerte.

FICHA TÉCNICA DE LA ENTRADA: No procede.



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