Cuando hablamos de soul y
jazz hablamos de sentimientos. En la mayoría de los casos, estos
sentimientos nos hablan de dolor, pérdida y desarraigo. Y es que no
nos podemos engañar, con estos géneros musicales (con el flamenco
pasa lo mismo), las canciones más importantes son las que versan
sobre penalidades.
Pero ya sabemos que las
reglas están para saltárselas, y como el libro de los gustos tiene
las páginas en blanco, esta semana os traemos una canción de soul
que precisamente gritaba a los cuatro vientos la felicidad del
cantante. Y aunque la vida de la cantante que llevó esta canción a
la fama nunca fue fácil, a ella le mereció la pena expresar su
felicidad en la época en la que la vivió y sintió.
EUNICE WAYMON
Eunice Kathleen Waymon
siempre fue un talento puro, apabullante, enérgico y negro, pero que
muy negro. Tan negro que este preciso color marcó su vida entera
hasta los más radicales extremos.
Ya con 8 añitos, la
prensa se hacía eco del talento de esta niña que tocaba el piano
como el mismísimo Dios. Era, como otros muchos artistas, el fruto de
un talento descubierto en el coro de la iglesia donde los jóvenes,
sobre todo las niñas, podían dar rienda suelta a su personalidad
artística sin ofender los cánones sociales del Estados Unidos de
los años 50.
Parecía que la vida les
sonreía a ella y a su familia, pues a los 10 años de edad, su fama
se iba acrecentando de tal manera que contaron con ella para dar un
recital de piano en el que lucirse. Estando en el escenario con sus
mejores galas y deseosa de agradar al respetable, es donde Eunice
sufre un palo que le marcaría para toda su vida, ya que se da cuenta
de que no es ni una niña, ni una pianista, ni una artista, es
solamente negra. Y no es que ella no lo supiera antes, sino que
desconocía la magnitud de su color de piel. Esa piel heredada de sus
negros padres, que orgullosos de su hijita se habían colocado en
primera fila para verla brillar al piano y que, tras ser increpados,
fueron forzados a abandonar este privilegiado lugar para dejar sitios
libres a los ciudadanos blancos, que eran de primera clase porque no
eran negros. Aquello más que palo, fue una epifanía.
Después de esa
desagradable experiencia, y de manera repetitiva, las puertas que se
abrían por su talento, se cerraban por su color. Siempre se quedaba
cerca de la gloria porque aparecía un pianista blanco le quitaba la
banqueta. Ella valía su peso en oro, pero era un oro que lucir
exclusivamente como acompañamiento de un blanco. La música clásica
era su vida, pero viendo que estaba condenada a una vida como
segundona, murió Eunice y nació Nina.
NINA SIMONE
Abandonó los estudios de
niña buena y comenzó a labrarse un futuro tocando y cantando en
bares, algo que su madre detestaba. Para evitarle el dolor de que su
nombre apareciera vinculado a locales de moral cuestionable, lo
cambió por Nina, que era como un amante latino la llamaba
cariñosamente (realmente la llamaba niña en español).
La recién nacida Nina se
sentía liberada musical y socialmente. Tocaba, hacía arreglos e
interpretaba todo tipo de composiciones a su manera, dejando atrás
el corsé de las lecciones musicales aprendidas en la infancia. Y en
la calle, era una negra que apoyaba todos los movimientos civiles y
contra la discriminación racial. Se unió al movimiento creado por
Martin
Luther King y en sus conciertos hacía apología de sus ideas
mediante canciones de protesta por las desigualdades entre blancos y
negros.
Abandonó los estudios de
niña buena y comenzó a labrarse un futuro tocando y cantando en
bares, algo que su madre detestaba. Para evitarle el dolor de que su
nombre apareciera vinculado a locales de moral cuestionable, lo
cambió por Nina, que era como un amante latino la llamaba
cariñosamente (realmente la llamaba niña en español).
La recién nacida Nina se
sentía liberada musical y socialmente. Tocaba, hacía arreglos e
interpretaba todo tipo de composiciones a su manera, dejando atrás
el corsé de las lecciones musicales aprendidas en la infancia. Y en
la calle, era una negra que apoyaba todos los movimientos civiles y
contra la discriminación racial. Se unió al movimiento creado por
Martin
Luther King y en sus conciertos hacía apología de sus ideas
mediante canciones de protesta por las desigualdades entre blancos y
negros.
Hasta tal punto llega su
lucha de apoyo a los afroamericanos, que en cierto modo su carrera
política junto a Luther King toma las riendas de su vida por
completo. No significa esto que la música decayera, sino que la
bestia reivindicativa que había en Nina se liberó, dando lugar a
sus mejores composiciones musicales.Como muestra de esta nueva forma
de ver la vida y rebelarse contra la injusticia nos regaló este
Feelin´Good que esta semana os traemos.
Se trata de una canción
exquisita en la que la combinación de voz negra de Nina y el
estridente sonido metálico de los trombones crean una perfecta
comunión. Mientras que ella susurra, la música invade la partitura
con unos sonidos graves y muy definidos.
Tras esta prolífica
etapa, de nuevo los cimientos de esta gran mujer se ven agitados tras
el asesinato de su líder espiritual, pues con una bala en la
garganta, Martin Luther King muere en un hotel de Memphis. Este hecho
provoca en ella un gran sentimiento de repulsa hacia su propio país,
del que poco a poco se va distanciando. Abraza entonces una nueva
forma de actuar más radical apoyando a grupos violentos como los
Panteras Negras. Pero el divorcio definitivo con su patria viene
dado cuando a su entender, está siendo víctima de una persecución
política que trata de acosarla a través del pago de impuestos. Así
que hastiada de la ciudadanía, de los políticos y de la presión
fiscal, hace las maletas y comienza un exilio a lo largo de distintos
países.
La niña que pasó de ser
la niña que presenció la humillación a sus padres a ser Nina, la
Nina que dejó de ser música para ser activista y la activista que
dejó de ser norteamericana para ser apátrida, acabó sus días en
Francia en el año 2003. Dejó de ser muchas cosas, pero siempre fue
una mujer negra de los pies a la cabeza.
- Autor:
Anthony Newley y Leslie Bricusse.
- Sitio web oficial: Click aquí.
- Título:
Feelin´Good (Feeling Good).
- Album:
I Put a Spell on You.
- Año de publicación:
1965.
- Letra: Click aquí.
- Versiones: Michael
Bublé, Muse…
- Partitura: Click aquí.
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