domingo, 6 de marzo de 2016

FEELING´ GOOD (Feeling Good), de Nina Simone

Cuando hablamos de soul y jazz hablamos de sentimientos. En la mayoría de los casos, estos sentimientos nos hablan de dolor, pérdida y desarraigo. Y es que no nos podemos engañar, con estos géneros musicales (con el flamenco pasa lo mismo), las canciones más importantes son las que versan sobre penalidades.
Pero ya sabemos que las reglas están para saltárselas, y como el libro de los gustos tiene las páginas en blanco, esta semana os traemos una canción de soul que precisamente gritaba a los cuatro vientos la felicidad del cantante. Y aunque la vida de la cantante que llevó esta canción a la fama nunca fue fácil, a ella le mereció la pena expresar su felicidad en la época en la que la vivió y sintió.

EUNICE WAYMON

Eunice Kathleen Waymon siempre fue un talento puro, apabullante, enérgico y negro, pero que muy negro. Tan negro que este preciso color marcó su vida entera hasta los más radicales extremos.
Ya con 8 añitos, la prensa se hacía eco del talento de esta niña que tocaba el piano como el mismísimo Dios. Era, como otros muchos artistas, el fruto de un talento descubierto en el coro de la iglesia donde los jóvenes, sobre todo las niñas, podían dar rienda suelta a su personalidad artística sin ofender los cánones sociales del Estados Unidos de los años 50.
Parecía que la vida les sonreía a ella y a su familia, pues a los 10 años de edad, su fama se iba acrecentando de tal manera que contaron con ella para dar un recital de piano en el que lucirse. Estando en el escenario con sus mejores galas y deseosa de agradar al respetable, es donde Eunice sufre un palo que le marcaría para toda su vida, ya que se da cuenta de que no es ni una niña, ni una pianista, ni una artista, es solamente negra. Y no es que ella no lo supiera antes, sino que desconocía la magnitud de su color de piel. Esa piel heredada de sus negros padres, que orgullosos de su hijita se habían colocado en primera fila para verla brillar al piano y que, tras ser increpados, fueron forzados a abandonar este privilegiado lugar para dejar sitios libres a los ciudadanos blancos, que eran de primera clase porque no eran negros. Aquello más que palo, fue una epifanía.
Después de esa desagradable experiencia, y de manera repetitiva, las puertas que se abrían por su talento, se cerraban por su color. Siempre se quedaba cerca de la gloria porque aparecía un pianista blanco le quitaba la banqueta. Ella valía su peso en oro, pero era un oro que lucir exclusivamente como acompañamiento de un blanco. La música clásica era su vida, pero viendo que estaba condenada a una vida como segundona, murió Eunice y nació Nina.


NINA SIMONE

Abandonó los estudios de niña buena y comenzó a labrarse un futuro tocando y cantando en bares, algo que su madre detestaba. Para evitarle el dolor de que su nombre apareciera vinculado a locales de moral cuestionable, lo cambió por Nina, que era como un amante latino la llamaba cariñosamente (realmente la llamaba niña en español).
La recién nacida Nina se sentía liberada musical y socialmente. Tocaba, hacía arreglos e interpretaba todo tipo de composiciones a su manera, dejando atrás el corsé de las lecciones musicales aprendidas en la infancia. Y en la calle, era una negra que apoyaba todos los movimientos civiles y contra la discriminación racial. Se unió al movimiento creado por Martin Luther King y en sus conciertos hacía apología de sus ideas mediante canciones de protesta por las desigualdades entre blancos y negros.
Abandonó los estudios de niña buena y comenzó a labrarse un futuro tocando y cantando en bares, algo que su madre detestaba. Para evitarle el dolor de que su nombre apareciera vinculado a locales de moral cuestionable, lo cambió por Nina, que era como un amante latino la llamaba cariñosamente (realmente la llamaba niña en español).
La recién nacida Nina se sentía liberada musical y socialmente. Tocaba, hacía arreglos e interpretaba todo tipo de composiciones a su manera, dejando atrás el corsé de las lecciones musicales aprendidas en la infancia. Y en la calle, era una negra que apoyaba todos los movimientos civiles y contra la discriminación racial. Se unió al movimiento creado por Martin Luther King y en sus conciertos hacía apología de sus ideas mediante canciones de protesta por las desigualdades entre blancos y negros.

Hasta tal punto llega su lucha de apoyo a los afroamericanos, que en cierto modo su carrera política junto a Luther King toma las riendas de su vida por completo. No significa esto que la música decayera, sino que la bestia reivindicativa que había en Nina se liberó, dando lugar a sus mejores composiciones musicales.Como muestra de esta nueva forma de ver la vida y rebelarse contra la injusticia nos regaló este Feelin´Good que esta semana os traemos.
Se trata de una canción exquisita en la que la combinación de voz negra de Nina y el estridente sonido metálico de los trombones crean una perfecta comunión. Mientras que ella susurra, la música invade la partitura con unos sonidos graves y muy definidos.





Tras esta prolífica etapa, de nuevo los cimientos de esta gran mujer se ven agitados tras el asesinato de su líder espiritual, pues con una bala en la garganta, Martin Luther King muere en un hotel de Memphis. Este hecho provoca en ella un gran sentimiento de repulsa hacia su propio país, del que poco a poco se va distanciando. Abraza entonces una nueva forma de actuar más radical apoyando a grupos violentos como los Panteras Negras. Pero el divorcio definitivo con su patria viene dado cuando a su entender, está siendo víctima de una persecución política que trata de acosarla a través del pago de impuestos. Así que hastiada de la ciudadanía, de los políticos y de la presión fiscal, hace las maletas y comienza un exilio a lo largo de distintos países.
La niña que pasó de ser la niña que presenció la humillación a sus padres a ser Nina, la Nina que dejó de ser música para ser activista y la activista que dejó de ser norteamericana para ser apátrida, acabó sus días en Francia en el año 2003. Dejó de ser muchas cosas, pero siempre fue una mujer negra de los pies a la cabeza.

FICHA DE LA ENTRADA:

- Autor: Anthony Newley y Leslie Bricusse.
- Sitio web oficial: Click aquí.
- Título: Feelin´Good (Feeling Good).
- Album: I Put a Spell on You.
- Año de publicación: 1965.
- Letra: Click aquí.
- Versiones: Michael Bublé, Muse
- Partitura: Click aquí

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